La
bioética y su fundamentación
Por:
Manuel Arias Ogando
1.1
La ética en la cultura occidental
Para
una mejor compresión de la fundamentación de la bioética, se hablará de la
ética en la cultura occidental. De manera que comprendiendo la ética, se tenga
más claro la base bioética. En ese sentido es necesario conocer algunos de los
pensadores que han aportado algo a la formulación de la ética occidental.
Muchos autores y pensadores desde la filosofía
griega, hasta la actualidad han colaborado con la concepción ética de la
cultura occidental. En esta parte se mencionaran algunos de estos filósofos y
pensadores de la cultura occidental, incluyendo pensadores de la filosofía
griega, cristiana y otros de otras filosofías.
En
la antigua Grecia, lugar donde surge la filosofía occidental, se habla de la
ética en base a la felicidad humana. Es
decir, toda ética lleva al hombre y a la
mujer a ser realmente felices, a si lo comprenden los filósofos griegos. Para
estos el hombre realmente feliz, es además virtuoso. Esto nos dice en pocas
palabras, que toda virtud está asociada a la felicidad[1].
Para
Aristóteles el ser humano debe
mantenerse en el denominado punto medio, es decir lo que se conoce como el
equilibrio. Este elemento es fundamental, en toda la vida griega. Además se
debe recordar que este concepto, es aplicable a todos los ámbitos de la vida
griega, tanto en el ámbito espiritual como en el ámbito social. Incluso hasta
en la vida del deporte y la gimnasia de aplicaba el concepto del equilibrio.
La
ética como elemento presente en todas
las culturas, intenta regular el comportamiento humano, de manera que se
establecen unos parámetros que hagan que la cultura misma tenga un patrón
de comportamiento. Es decir, los
conceptos de bien y de mal están
presentes en todas las culturas, aunque
expresados de muchas y distintas maneras.
En
la cultura griega la moral es heterónoma, esto quiere decir que esta en el
exterior de el mismo[2].
Esto quiere mostrar que además de que conduce al bien, hay que buscarla fuera.
Por esa razón, que se ve al hombre como parte de esa naturaleza, modo que surge
en el pensamiento del gran pensador Sócrates la idea del autoconocimiento
humano, resumido en la frase: Conócete a
ti mismo. De manera que el principal propósito del filósofo es fundamental
una ética, pero que a la vez hacer que el ser humano puede conocerse así, ya
que es parte de ese mundo natural.
Epicuro
como pensador griego, al igual que Aristóteles plantea un modo de ética, aunque
diferente al filósofo de Estagira. En el tiempo de Epicuro, la Grecia había
cambiado en muchos aspectos. Porque ya había dado paso al imperio romano, o sea
que no era ya la dirigente, por decirlo de algún modo. Esto muestra que no
estaba en las altas, sino la cultura helenística era la que estaba delante.[3]
Como
se decía anteriormente, Epicuro a diferencia de Aristóteles, es que plantea la
ética del placer. Es el que pone énfasis a la sensación, de este modo su pensamiento
girará en torno al eudemonismo, la ataraxia y hedonismo. De este modo cada
elemento tratado en ese sentido, se juzgará
bajo dos elementos cumbre en el pensamiento epicureista, estos son: el
placer y el dolor.
Otro
elemento influyente en la ética occidental fue el cristianismo que tomando
elementos de la filosofía griega, formula una ética que influye mucho en el
pensamiento occidental. De manera que todas las maneras de pensar y actuar de
los occidentales tienen su fuente en las ideas cristianas y griegas. A sí
mismo, la cultura de occidente forja sus valores y virtudes, ya que los modelos
propuestos por las diferentes mentes tanto de la Grecia clásica, como del
cristianismo son altamente influyentes.
Dentro
del cristianismo hay grandes pensadores, aunque solo se mencionaran solo dos.
Estos son San Agustín de Hipona y Santo Tomas Aquino.
Para
San Agustín la vida ética se basa en la obtención de un fin, ese fin es la
salvación. De manera que todos los actos estarán destinados a ese fin. Por
tanto cada cosa que el hombre haga, será vista en función de la vida de la
eterna, en otras palabras, la vida sin fin.
En ese sentido se puede considerarse que el
hombre debe querer buscar lo divino y partiendo de ese querer debe empezar a
buscarlo y en esa búsqueda está la salvación. Ya que todo lo que se hace en la
vida debe llevarnos a eso, por tanto las acciones de la persona deben ser
buenas. Porque eso los acerca al fin.
Tomás
de Aquino como filósofo cristiano pues también plantea su ética. La cual parte
de una concepción del ser humano que incluye la naturaleza del hombre y también
su fin. Es decir, Aquino considera que el hombre tiene una esencia racional.
Por tanto debe comportarse de acuerdo a la naturaleza misma de su esencia[4].
Esto
nos quiere decir que el hombre tiene lo que él llama facultad de voluntad y
razón, esto es en lo que se llama libre albedrio. Según el pensador la
naturaleza humana no tiene en su esencia, la maldad sino la bondad y la
racionalidad. De este modo se deduce que todo hombre creado para el bien,
cuando usa la libertad tiende al bien, de lo contrario no ha usado de modo
adecuado esa libertad.
Así
también Aquino, nos dice que la esencia
humana de la racionalidad no puede contradecirse, si es una naturaleza humana.
Por tanto, considera que las cosas deben dirigirse por el fin para que fueran
creadas. En este autor, ese fin es el
bien, que a su vez lleva a la perfecta contemplación de Dios.
Otro pensador occidental de gran influencia es
Emmanuel Kant. Para él la ética está fundada en la autonomía[5],
es decir su origen está en la misma razón del hombre no fuera de ella. Para
Kant la autonomía de la voluntad está fundada en el postulado de la libertad,
que nos demostrable, pero que está presente.
Para
el pensador alemán el hombre escapa de las leyes divinas y de las leyes de la
naturaleza. De este modo queda claro porque la moral del hombre no debe esperar
que se premie, sino que este debe actuar de acuerdo a su propia razón. De
manera que la razón tiene la capacidad de dictarse ella mismas sus propias
normas en el ámbito moral. Esto surge del presupuesto no demostrable de la
libertad humana.
Kant
no plantea que las leyes dadas o dictadas vienen de un deseo enorme del hombre.
El lo que dice es que estas normas emanan del llamado imperativo categórico, de
manera que las acciones del llamado imperativo categórico ponen a la persona a obrar en el momento que
debe. De manera que ese imperativo esta guiando la moral, de manera que invita
a cumplir con el deber. Un ejemplo que
es muy adecuado en el mundo de la bioética es la decisión correcta de un
científico o un medico que tenga en su responsabilidad algo o a alguien.
1.2
Aproximación al origen de la
bioética
La
bioética surge como una defensa de la vida.
Esta defensa no solo se presenta en la bioética sino que ya en las
sagradas escrituras se presenta claramente esa apología de la vida[6].
Aunque de un modo muy particular, porque la cultura del pueblo de Israel
consideraba hermanos a los miembros del clan. De manera que si era haciendo la
guerra con otros pueblos el caso es muy diferente. Pero es necesario comprender
el contexto histórico y el modo de vida de ese tiempo.
La
palabra bioética es introducida por norteamericano Van Rensselaer
Potter. Este oncólogo se dedicó a la investigación del cáncer. Además se dedicó
al humanismo, de manera que exaltó los valores éticos. En ese sentido es que
surge tal vez la palabra bioética, ya que el que la creó buscaba integrar los
elementos éticos para la defensa de la vida, especialmente la vida humana[7].
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española la bioética es la ddisciplina
científica que estudia los aspectos éticos de la medicina y la biología en
general, así como las relaciones del hombre con los restantes seres vivientes[8].
De este modo en la bioética entran en juego los elementos científicos y la
ética humana como reguladora del comportamiento y la defensa de la vitalidad
del ser humano.
Esta palabra contiene
dos palabras que son: Bios que significa vida y Ethos que significa
ética. En ese sentido se definiría como la ética de la vida. Esto es
ciertamente lo que hace la misma. De este modo, entonces, se resalta el valor
de la vida humana. Ya que en los diferentes momentos de la ciencia se puede descuidar la vida humana y
someterla tal vez a una situación en la cual quede reducida. Es precisamente
allí donde entra la función de esta.
Potter en una obra llamada: “Bioética, Ciencia de la
Supervivencia
describe dos realidades que hasta el momento están en separación. Estas son la
ciencia y el humanismo[9].
De este modo, el pensador dice que es posible mantener el control responsable
de la fertilidad humana y sobre todo mantener el valor de la dignidad humana.
Es por esto que se cree posible la concientización de
personas que mantengan en tiempos futuros las ideas bioéticas. Esto incluye
todos los seres humanos, desde las personas individuales hasta las
instituciones y el gobierno. Por tanto, la defensa de la vida es un papel todo
hombre y de toda mujer.
En la actualidad se entiende claro que la dignidad
humana no excluye a nadie, ni por su color de piel, ni por su religión. Es
decir que antes se malinterpretaba el sentido de humanos, se consideraban a
algunos seres humanos no humanos, como es el caso de los aborígenes de América,
que eran seres no humanos, a juicio de los colonos españoles.
A raíz, de lo dicho se entiende claramente que la
bioética es una defensora de toda la vida del ser que siente y que tiene un
valor que ninguna ciencia, que ninguna tecnología puede quitarle. Es decir que
no puede ser, ni debe ser manipulado por ningún elemento de los
mencionados. Esto indica que el hombre
no debe pasar de manipulador a manipulado.[10]
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