La palabra posee en si una fuerza grande,
ahora bien esta tiene más valor dependiendo
de quien la pronuncia, esto queda de manifiesto en la vida diaria, por ejemplo
no es lo mismo que hable un personaje reconocido a que hable un
desconocido. A esto muchos llaman
argumento de autoridad y esto ocurre en Lucas capitulo cinco, verso 5. Allí, Pedro actúa
porque el maestro le habla, de lo contrario
no iba a actuar porque estaba cansado y no es verdad que un experto en
la pesca se dejará guiar por otro sin
experiencia, pero como él conoce a Jesús se lanza a la aventura.
La acción se
ejecuta por la palabra del Maestro, que puede hacer crecer en Pedro
la planta de la confianza queda fruto pleno en la obediencia, de ahí sacamos
que para obedecer primero se debe confiar,
aquí queda de manifiesto que nosotros somos los que escuchamos la voz
del Maestro aun cuando las dificultades lancen llamas de fuego a nuestra fe.
El llamado
personal realizado en y con la palabra lleva al seguidor del Maestro a
descubrir la esencia misma de la vocación, lleva también a comprender que el Señor
quiere que sus seguidores hagan de la palabra
un verbo en presente progresivo, o sea que la acción cristiana se
realice en nosotros sus discípulos, aquí y ahora.
La realización de la vida en Cristo depende
del llamado, pero este cuenta con la respuesta de la persona llamada, si Pedro cuando el Señor
le habla no hace lo que le dice, pues no
se hubiese dado ese maravilloso milagro, esto quiere decir que muchas veces el
nos manda a tirar la red, y nosotros secuestrados por el miedo, no la lanzamos,
por eso viene entonces la lluvia de
crisis vocacional que cae a nuestra vida sin importar que el sol este fuera.
Esta va arrancando el deseo de seguir a Cristo
y empapa la vida de sufrimiento.
La vida
vocacional y cristiana va alimentándose de la palabra de Dios y en ella
contiene la vida que transforma un hombre débil
en una roca en la cual la iglesia se edifica, este es aquel que dice si
al llamado divino. Todas las vicisitudes que tendrá que enfrentar este, serán
para la dar testimonio de una buena
noticia que se hace vida entre nosotros, a la vez tendrá la misión de hacer que
los demás seres humanos conozcan la iluminación y queden sumergidos en la luz
que no se apaga, en la paz infinita y en el conocimiento supremo de la felicidad.
Todo por la
palabra de Jesús….
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